A los pocos días después de recibir el tan anhelado trasplante de riñón, mi cuerpo empezó a presentar algunos problemas, lo que me obligó a dirigirme a la urgencia de la Clínica Dávila. Ese día, debía tener control con mi doctor, quien ya me esperaba, puesto que uno de los exámenes presentaba una carga viral, lo que estaba impidiendo la nueva función renal. Entré a urgencias con mucho dolor abdominal más insuficiencia respiratoria.
Tras ese escenario, fui ingresado con un cuadro de carga de CITOMEGALOVIRUS siendo hospitalizado de inmediato a la UTI para realizar un tratamiento antiviral. Al segundo día, mi condición empeoró y fui trasladado a la UCI de la Clínica, siendo inducido a un estado de coma por 10 días, conectándome a ventilador mecánico y entubado completamente, además de ser apoyado de diálisis permanente que permitió salvar el riñón recién trasladado.
Durante el periodo en coma, sufrí varios paros respiratorios que, gracias a la rápida acción y la constante observación de los profesionales de la clínica, no pasaron a mayores problemas. (…Todo esto me lo contó mi doctor…)
Lentamente fui mejorando mi condición, logrando despertar del coma y desconectando de las máquinas que me apoyaban durante este proceso. Los exámenes del riñón salieron muy bien, por lo que el objetivo de los médicos al inducir el coma, resultó ser la mejor decisión para salvar el riñón trasplantado. La carga viral bajó a 110 mil copias y con esto ya estaba listo para el alta médica después de 21 días hospitalizado, con reposo absoluto en casa, con ingesta de antibióticos y medicamentos inmunosupresores.
Hoy ya estoy en casa, con mi querida familia y siguiendo al pie de la letra todo lo indicado por mi médico tratante. Estoy constantemente con exámenes y hasta el momento va todo bien y esperemos todo siga igual hasta que el virus desaparezca definitivamente.
“Todo esto, ha sido lo más terrible que me ha tocado vivir en la vida ya que estuve en 3 oportunidades al borde de la muerte y es acá en donde uno se hace la retrospección, para aprender a valorar la vida y apreciar realmente a tus seres queridos, y te dice que no quieres morir porque tienes que decirles a estas personas que las quieres mucho y darles las gracias por estas siempre en las buenas y en las malas”.
Con todo esto, sólo quiero agradecer a cada uno de ustedes que se han preocupado por mi salud y que ha estado constantemente enviándome fuerza y apoyo para superar todo esto y que fue en parte lo que me ayudó a salir cuerdo y feliz de todo esto. Porque sin su cariño y el de mi familia perfectamente hubiese terminado muy mal psicológicamente.
¡No está demás decirles que se cuiden mucho, cuiden su alimentación, realicen deporte cuando puedan, controlen su cuerpo con médicos antes que sea demasiado tarde y lo más importante queridos compañeros, cuiden, quieran y protejan a sus seres queridos hoy, Mañana puede ser demasiado tarde y nos arrepentiremos mucho de no decirles lo mucho que los queremos y lo mucho que los necesitamos!
Braulio Montecinos
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