Calidad de vida y bienestar de las personas es uno de nuestros motores para el trabajo diario, para todos los afiliados al Servicio de Bienestar existen muchos beneficios, sólo contáctanos para enseñarte a usar el módulo y tener acceso a ellos.
Además por el sólo hecho de estar afiliado, tendrás el Seguro Complementario de Salud BCI que ayuda a aminorar gastos asociados en salud, cuando hay una enfermedad de alto costo se nota y harto, recuerda que además aplica a cargas legales.
Con la finalidad de recordar lo importante del cariño, del autocuidado y preocuparnos por lo que le pasa al compañero que tenemos al lado, dejamos a continuación el testimonio de una compañera, funcionaria y afiliada al Servicio de Bienestar que quiso compartir con ustedes su experiencia tras enterarse de un diagnóstico adverso.
“El 02 de octubre de 2015 me informan en el Hospital Clínico de mi ciudad que mi diagnóstico es un carcinoma, mama derecha, en términos comunes, cáncer de mama.
Con el auspicio de mi amiga Mirna Pizarro, viajé a finales de octubre a Santiago, a la Fundación Arturo López Pérez, FALP; pues en algún momento había firmado convenio oncológico, el cual era descontado mensualmente. Esto significó que todos los procedimientos eran aplicados, previa firma solamente de pagarés.
(Sin contar con familiares, viví 3 meses en Santiago. Significó obviamente muchos gastos, pues seguí pagando arriendo por vivienda en Punta Arenas).
El 11 de noviembre, a las 15.45 ingresé a pabellón para extirpar tumor, el que felizmente, estaba encapsulado. Igualmente, extraen nódulos centinelas.
El 14 de diciembre, comienza la primera de las 23 sesiones de Radioterapia.
La semana más triste fue la previa al 24 de diciembre, además, esa noche, no tuve con quién compartir. Pero, en los primeros minutos del 25, decreté que nunca más pasaría una Navidad en condiciones adversas.
Tengo muchos recuerdos fabulosos, como por ejemplo, gracias al apoyo del Fondo del Libro y la Lectura, fue factible instalar un punto de lectura en espacio no convencional en la Unidad de Radioterapia, lo que hizo más llevadero mi día a día en mis sesiones, ya que llegaba un par de horas antes para entregar material de lectura y de esta forma, fue más amigable nuestro tratamiento.
En estas líneas he resumido uno de los periodos más importantes de mis 44 años de vida, y sin lugar a dudas, fue posible de concretar gracias al apoyo desde el primer minuto por parte del Servicio de Bienestar del CNCA. Cada uno de los compañeros de esa Sección velaron por mí, ya sea con un llamado teléfono o gestionando. Este mismo equipo, gestionó la postulación a bono catastrófico con el fin de apalear en parte los gastos ocasionados con mi permanencia en la gran capital.
Al igual que el Servicio de Bienestar, mis colegas del CRCA Magallanes, no descuidaron mi recuperación tanto física como anímica. Agradezco hoy a tod@s por su cariño.
Finalmente, agradezco a Dios porque el llevar este proceso de salud, ha sido posible gracias a Él, quien siempre puso personas solidarias en mi camino diario, los que me animaron constantemente, lo que significó retornar en abril a trabajar media jornada y en septiembre, jornada completa.
Lo más sanador, fue esa medicina alternativa… llamada Amor.
Hágase adicto, es un fondo de asignación directa. 😉”
Alejandra Subiabre V.
Feliz por la existencia de tod@s en Bienestar.
Un ejemplo que está lleno de fuerza, optimismo y valentía. Como bien dices Alejandra, Dios es amor y nos depara caminos misteriosos… me alegro mucho que estés mejor y muchas bendiciones.